miércoles, 11 de noviembre de 2009

QUE 20 AÑOS NO ES NADA

Se cumplen estos días veinte años de la caída del muro de Berlín, y yo, que además de cotilla soy una egocéntrica incurable, me he puesto a pensar. Pero no en la trascendencia del hecho, sino en cómo era yo entonces.
Pues bien, no me acuerdo de nada. Sólo guardo de aquellos tiempos una nebulosa de sensaciones.
Muy triste.
Conclusión: los años me han resbalado (espiritualmente hablando, claro, que por la cara y por el culo me han pasado con trote borriquero).
Pues eso, que veinte años no es nada, sino que me lo digan a mí ( por cierto, ¿ soy yo o aquí hay falta de concordancia? ¿No debería ser "veinte años no son nada"?).

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